La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó en abril de 2024 que las muertes anuales por hepatitis viral (B y C) han aumentado de 1,1 millones en 2019 a 1,3 millones en 2022, convirtiendo a la hepatitis en la segunda causa infecciosa de muerte global. Del total de fallecimientos, el 83% se debió a hepatitis B y el 17% a hepatitis C, lo que equivale a unas 3.500 muertes diarias por estas infecciones. La OMS advirtió que, a pesar de contar con tratamientos eficaces y precios más bajos, las coberturas de diagnóstico y tratamiento se han estancado y muchos pacientes siguen sin ser identificados. Por ello urgió a los países a intensificar acciones inmediatas para cumplir las metas de eliminación de la hepatitis para 2030.